martes, 11 de agosto de 2015

La última curda

El hilo se pierde en tu espalda, y en mi boca siento el enredo, como la arena sobre la orilla busca el mar, en una ola me ahogo en tu aliento.
Giro en redondo, hasta que la luz todo lo invade, y vuelvo del descanso y soy agua salada,
En una danza desenfrenada, el hilo que me guia, me esconde el camino, y ahora vago el laberinto que la eterna cadencia de la presencia y la ausencia del ritmo marca en la costa y me hundo buscando aire, y mientras el recorrido inverso del despegue me atrae, dejo el día de las ideas y giro en descubierto hacia lo que ya no es, sino fantasía,
Y me desato mientras me quiero amarrar, y el imán de la realidad no me permite acercar y la percepción no soy yo, ni es mía, como el mar, como tu mano, como el hilo que ahora me libera.