Mide el mandato que pide

Cuál es el mandato que te manda y hace que me midas con tu vara de cordura y resuelvas que la mía no es la tuya, que la mía es locura. Yo opino que tu vara está torcida y que tu mandato no me manda, por eso no me mide y no es que yo esté loca, es solo que tu vara no me mide como mi mandato le pide.

El cumpleaños invisible

Hoy cumple años el único hombre al que no tengo idea cómo sacarle charla en toda la faz de éste puto mundo. Ya jugué todos los roles que me parecieron oportunos, le hablé del sur y de los hipis, de los problemas que tenía Marx de joven para conseguir laburo y la consecuente teoría que el mercado (siempre responsable) le llevó a elaborar, de por qué Britney Spears es tóxica y de las ventajas que una porteña puede presentar a la hora de hacer trampa en cualquier edificio público. Me vendí de amiga, de acosadora, de burra, de intelectual, de virgen y de ninfa. No hay caso. No se deja entrar. No, no, no. Nain, nain, nain. Hay una canción del filósofo contemporáneo Zambayoni, que reza algo así como: "Hoy me levanté con ganas de escribirle una canción a la incogible". Yo hoy no me quiero dormir sin contar la historia del mio propio, de mi gaucho encantador, idílico, desconocido, incogible. Impenetrable, inconvencible, inalcanzable, incogible. Van a encontrar la vacuna del SIDA antes de que yo pueda concretar con el gaucho, van a viajar diez veces a la Luna, se va a reformar la URSS, le van a coser las manos al general y Nicolás Repetto va a fracasar en un buen número de programas parecidos entre sí, con un bondi, un avión o un helicóptero de donde disparar a sus invitados antes de que consiga un sí del macho misterio, que prefiere cortarse los huevos a que yo se los toque. Hoy cumple años el único hombre al que busco sin ganas de encontrar, pero con el que inevitablemente, en aglún momento, me voy a tener que acostar, será cuestión de perseverar. Hasta el gaucho, siempre! 24/09/2012

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Otoño secó las hojas y asesinó a Primavera. Mientras Primavera sangraba flores, Verano lloraba ríos. Invierno se murió solo y de frío.

El tanque negro

El negro en la pista. La pista y el negro. El negro, las luces, los dólares y los cubanos. El negro, los saltos, el idioma, el cuerpo. Latin geisha, London negro. El humo, el roce, el tacto, el susto. La invitación, la sorpresa, el subte y otra vez el negro. El mapa, la noche, la mañana, la anécdota y el tiempo. La distancia, el negro, la vida, la memoria y el humo. Las tapas, los autos, las luces, la música, el roce, el tacto, el susto y el negro. El miedo, el hambre, el frío, la soledad, las armas, la sangre, el negro. Los heridos, las lágrimas, la pólvora, el negro. El negro con el tanque, y qué tanque tenía el negro.